Este jueves, los Cuerpos de la Guardia
Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) afirmaron haber derribado un
avión de vigilancia no tripulado de EEUU, alegando que invadió el espacio
aéreo iraní en la provincia de Hormozgán, cerca del estrecho de
Ormuz. Los CGRI entonces identificaron el aparato como un Northrop
Grumman RQ-4 Global Hawk, un dron que, según asegura Teherán, se
encontraba realizando operaciones de espionaje y rehusó a cambiar su
curso pese a reiteradas advertencias de radio. El Pentágono
confirmó que la aeronave corresponde al modelo RQ-4A, precisó
que su derribo ocurrió el 19 de junio a las 23:35 GMT y divulgó un
video que muestra el rastro de humo tras el desplome. No obstante,
ha negado las acusaciones sobre la intrusión al territorio
iraní, alegando que el dron operaba a gran altura sobre aguas
internacionales, a unos 34
kilómetros del punto terrestre más cercano de Irán.
El presidente de Estados Unidos, canceló en
el último instante un bombardeo contra Irán como represalia por el derribo
de un dron estadounidense que realizaba misiones de espionaje cerca del
Estrecho de Ormuz, por el que pasa un tercio del petróleo que se consume en el
mundo. La noticia ha sido publicada por el diario New York Times, y
confirmada posteriormente por el Washington Post y la cadena de
televisión ABC. La posibilidad de un bombardeo había sido insinuada horas
antes por el jefe del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell. El
ataque estaba previsto para las 7 de la tarde hora de Washington y,
según los citados medios de comunicación, los barcos que iban a lanzar los
misiles crucero ya estaban en posición, y los aviones que iban a llevar a cabo
los bombardeos se encontraban volando hacia sus objetivos cuando el
presidente de EEUU decidió cancelar la operación.
Soldados estadounidenses desplegados en la región
fueron despertados súbitamente a las dos de la madrugada y llamados a filas.
Luego, no pasó nada. El motivo detrás de lo que medios estadounidenses relatan
como una marcha atrás de última hora del presidente estadounidense, puede ser, según
informa Reuters, una respuesta que recibió de Irán tras "advertirle"
de un ataque "inminente". Un funcionario iraní ha explicado a la
agencia que, horas antes del golpe planificado - contra activos como baterías
anti misiles y radares, según el New York Times, Trump transmitió un
mensaje a Teherán a través de Omán, uno de los países que tradicionalmente ha
actuado de mediador. Irán desmiente categóricamente y acusa a la agencia de
participar de una "guerra psicológica" contra Irán publicando este
tipo de noticias con el objetivo de "influir" en la toma de
decisiones.
El líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jamenei, respondió
negativamente a una oferta de diálogo que el primer ministro japonés,
Shinzo Abe, le trasladó en nombre de Trump la semana pasada. Diciendo que
"No considero a Trump una persona merecedora de intercambiar ningún
mensaje, no tengo respuesta para él ni le responderé en el futuro".
"Estados Unidos infringió e incumplió" el acuerdo nuclear, añadió.
"Así que, con qué sentido común permitiría, una vez más, negociaciones con
un Estado que ha desechado todo lo acordado?". Según medios de prensa iraníes
han publicado, citando fuentes gubernamentales que "cualquier ataque contra
Irán tendrá consecuencias regionales e internacionales". La tensión originada
en la decisión de Trump, hace un año, de romper unilateralmente el tratado
de 2015, en virtud del cual Irán renunciaba durante tres décadas a su
programa militar nuclear. Tras esa medida vino la imposición de un durísimo
embargo económico contra Teherán, y una cada vez mayor frecuente uso de
referencias a la necesidad de que los iraníes "cambien su régimen",
una frase que recuerda la retórica que precedió a la invasión de Irak en 2003. (Source/Photo: Various Media)
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