La capacidad balística del Ejército iraní es el fruto
de la destreza tecnológica de la defensa del país. El punto de partida de este
avance se remonta a la década de 1980, durante la guerra impuesta por Irak, en
que Irán estuvo sujeto a un bloqueo general impuesto por varios países. El
misil denominado “Golfo Pérsico” es un ingenio hipersónico de combustible
sólido. Es un misil furtivo y capaz de alcanzar y destruir naves. Está equipado
con una ojiva de 650
kilogramos y tiene un alcance de 300 kilómetros . Su
margen de error es cercano a cero, lo que significa que los barcos enemigos no
están seguros en el Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz, el Mar Arábigo o el
Océano Índico. El misil fue diseñado por el Centro de Investigación del Cuerpo
de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) y es producido por el Ministerio
de Defensa de Irán. El mecanismo de operación de todos los misiles es el
siguiente: los radares terrestres, marítimos, de aeronaves y drones identifican
la latitud y longitud del objetivo antes de enviar sus coordenadas geográficas
a la unidad de lanzamiento de misiles, que dirige a estos últimos contra la
posición indicada. En la punta de la ojiva del misil Golfo Pérsico, también hay
un sofisticado sistema electro-óptico que detecta objetivos, lo cual le da
independencia de acción. El misil “Golfo Pérsico” busca el objetivo en su fase
final, lo que significa que tiene un sistema de detección que puede ser óptico,
infrarrojo o de láser. (Soure/Photo: Various Media)
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