
Luego pensando en aquella gesta de la cual “por algún
motivo Dios los trajo de vuelta a casa” quizás para trasmitir a esta
generaciones los relatos de los eventos sucedidos en mayo del año 1982 en el
estrecho de San Carlos. Diferentes ataques a la flota Británica y los emotivos
recuerdos de aquellos camaradas pilotos caídos y del personal de la Fuerza
Aérea Argentina que pese a la gran diferencia tecnológica con el
rival, estos combatientes supieron cómo superar obstáculos con experiencia,
táctica y valor para ser respetados incluso por las fuerzas contrincantes de
aquel entonces. La hazaña relatada de no ser detectados por los radares de la
flota inglesa al pilotear los cazas bombarderos
al límite de 4 metros de altura sobre el oleaje del embravecido Océano
Atlántico Sur. A eso se le sumaba a las adversas inclemencias del tiempo para
así concretar sus misiones en el teatro de operaciones demostrando que
el avión era parte de uno. Además de dejar el miedo de lado a pesar del stress
del combate, intentando pensar en nuevas maniobras o tácticas para
ponerlas en práctica, a pesar de la caída de 10 aviones con la lamentable
perdida de 9 pilotos que pertenecían a la V Brigada. Resalta la pericia de
estos verdaderos halcones de aquellas batallas en el gélido Atlántico Sur. (Source/Photo: Carlos Zalazar para Espejo Aeronáutico)
Para vos querida Norma...
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