Una pausa de tres meses se acaba de
romper. Mientras Ansarulá controla localidades estratégicas en Al Baida,
provincia que limita con Maarib, una base militar saudí que fue objeto de un
ataque con misiles. Esto rompió una tregua que nunca fue respetada por Riad y
que buscaba permitirle recuperar sus fuerzas pero que, al final, produjo un
efecto completamente opuesto. El ataque con misiles balísticos del jueves 21 de
mayo tuvo como objetivo la sede de la tercera zona militar pro-Riad, ubicada en
la provincia de Maarib, en el este de Yemen. Es el primer ataque directo de las
Fuerzas Armadas de Yemen a una base saudí ubicada en esta provincia rica en
depósitos de petróleo y gas y que alberga las instalaciones de empresas
estadounidenses, británicas y saudíes. Según una fuente cercana a Ansarulá, el
misil causó una gran explosión, cuyo sonido se escuchó en toda la ciudad de
Maarib, la capital de la provincia del mismo nombre. Después de atacar la
localidad de Qaniya, bajo el control de mercenarios a sueldo de los saudíes,
Ansarulá avanzó en Al Baida, logrando así un acceso al centro de la provincia
de Maarib. En las últimas semanas, Riad ha llevado a cabo docenas de
operaciones terrestres y aéreas contra las posiciones de Ansarulá, sin lograr
ningún progreso.
En respuesta a la violación del
alto el fuego por parte de Riad y sus aliados en la guerra en Yemen, un
portavoz de las Fuerzas Armadas yemeníes dijo el viernes pasado que los
atacantes debían esperar una severa respuesta de la Resistencia. La situación
militar en Yemen se ha decantado a favor de la Resistencia después de éxitos
militares en los frentes de Nehm, Al Yauf y Maarib.
En tal situación, el renunciante
gobierno de Yemen se vio obligado a recurrir a la mediación local y regional
con la esperanza de detener el avance de Ansarulá, pero sin éxito. De hecho, en
Yemen, el Ejército yemení ha marcado importantes avances en el frente de Al
Baida y ahora se acerca a la fase final de la liberación de Maarib. Por otro
lado, las disputas entre mercenarios yemeníes a sueldo de Arabia Saudí y los
Emiratos Árabes Unidos en el sur de Yemen han dado lugar a enfrentamientos en
el seno de la coalición, lo que aumenta las posibilidades de un alineamiento de
muchos mercenarios con la Resistencia, especialmente después de que Riad, que
sufre una aguda crisis económica, haya dejado de apoyar económicamente a su
marioneta, el ex presidente Abed Rabbo Mansur Hadi. Riad suspendió la ayuda al
gobierno dimitido de Hadi con el pretexto de implementar un plan de austeridad
económica, una medida contra la cual protestaron enérgicamente los funcionarios
del mismo. Todo esto solo juega a favor de Ansarulá y acelera la caída de
Maarib. Tal hecho ayudaría a la Resistencia a crear una franja fronteriza con
Arabia Saudí que incluye a Al Yauf, Sanaa y Maarib y daría a Ansarulá y sus
aliados el control de prácticamente todo el norte de Yemen. (Source/Photo: Press TV)
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