El aeropuerto militar Al Quseir en Homs, la fortaleza
de la Resistencia en el centro de Siria, fue el objetivo el 5 de Marzo de
aviones de combate israelíes F-16D y F-35I. Como de costumbre, utilizaron dos
vuelos civiles como escudos frente a la defensa antiaérea siria y lanzaron
misiles de crucero Dalila contra el blanco. Claramente, los israelíes continúan
usando aviones civiles como escudos detrás de los cuales esconden sus aviones
para lanzar ataques contra objetivos militares dentro de Siria. El último
ataque con F-16D y F-35I confirma una vez más esta táctica israelí, que pone en
peligro las vidas de los tripulantes y pasajeros de las aerolíneas civiles. El
23 de febrero Israel utilizó un avión que conectaba Nayaf, en Irak, con Damasco
como escudo para atacar el Aeropuerto de Damasco. Este 5 de marzo, fue el turno
de dos aviones civiles procedentes de Qatar, uno que realizaba el vuelo
Beirut-Doha y el otro el vuelo Basilea-Doha. Ambos sirvieron como escudos a los
aviones israelíes que actuaron contra ellos en dos niveles: exponiendo a las
tripulaciones y los pasajeros a sus misiles de crucero, por un lado, e
intentando engañar a los radares de la defensa antiaérea siria para que
derribara los dos aviones civiles. Pero el fracaso israelí fue total. El mando
militar sirio-iraní ha estado en alerta, sabiendo que con cada ofensiva turca,
Israel se mostraba activo en el cielo. Como resultado, los radares de la
resistencia siria detectaron los aviones israelíes tan pronto como despegaron
de su base para ir a Sidón, en el cielo del Sur del Líbano.
Según los informes, los datos sobre el vuelo de los
aviones israelíes se transmitieron desde el Sur del Líbano al Aeropuerto de
Homs. Es una restricción clara que acaba de imponerse al régimen israelí, que
tiene la molesta costumbre de considerar el cielo libanés como una “tierra
ajena” adecuada desde la que cree poder actuar impunemente y hasta el final de
los tiempos. Sin embargo, esta tendencia ahora podría resultar fatal para los
israelíes. Por lo demás y en un acto muy significativo, el Líbano presentó una
vez más una queja ante la ONU el viernes contra esta agresión, una queja que
Tel Aviv debería tomar muy en serio. Fue esta interacción perfecta entre el Sur
del Líbano y Homs lo que provocó que uno de los dos aviones civiles, Airbus
A330-243F
de Qatar Cargo, fuera desviado de su ruta por las advertencias de la defensa
antiaérea siria después de la activación de las baterías de misiles de Homs,
mientras que el otro avión recibió la orden de no sobrevolar la zona en el
último minuto.
Esto significa que la defensa antiaérea siria y la
Resistencia lograron desactivar el “señuelo sionista”. Hay que tener en cuenta
que toda esta compleja operación se llevó a cabo mientras el Ejército sirio y
Hezbolá avanzan a toda velocidad en Idleb. Pero el fracaso israelí no se detuvo
allí. El 5 de marzo, la Fuerza Aérea israelí demostró que sus aviones “F-35I”
no era más que un farol. Si la táctica de los señuelos hubiera funcionado,
“Israel” habría enviado con toda probabilidad sus aviones sigilosos al asalto
del espacio aéreo sirio, pero sus F-35 de quinta generación no lograron
penetrar en el espacio aéreo sirio desde el oeste. Peor aún, al comprobar que
sus misiles de crucero eran interceptados en el cielo de Homs por la defensa
antiaérea siria, “Israel” interrumpió su incursión después del disparo de
cuatro misiles. Algunos observadores citados por el sitio web South Front afirman
que “todos los misiles de crucero Dalila fueron interceptados durante la fase
de aproximación final al objetivo”, destacando el rendimiento “extraordinario”
del sistema antiaéreo Buk-M2E, que incluso superó al del Pantsir S-1. Otros
opinan que hay algo nuevo que ha sucedido en los cielos del sur del Líbano en
relación con las posiciones de la Resistencia en Homs. Este algo sería la
primera manifestación de una defensa antiaérea integrada de Siria-Hezbolá. (Source/Photo: Press TV)
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