Traducción, adecuación e investigación fotográfica de Manuel Sateler G. del artículo de Harry Harper de 1906.
Hace 108 atrás, Harry Harper se convirtió en el primer reportero aeronáutico, él nos relata algunas historias muy interesantes, de las que informo en los primeros días de la aviación.
Harry Harper |
En este tiempo, y en este país, hemos tenido un número de miembros del Parlamento que comenzaron a desarrollar en definitiva un "sentido de aire" y en poco tiempo un grupo de ellos tomaron la importante decisión de formar lo que se conoce como el "Comité Parlamentario de Defensa Aérea”. El objetivo era insistir en una mayor toma de conciencia por parte del Gobierno del papel de la máquina voladora en la guerra. Y este Comité decidió hacer algo más que sólo hablar. Entramos en contacto con nuestra pionero del aire, el Sr. Claude Grahame-White, que ya había comenzado a operar el aeródromo de Hendon Londres, con el nos organizaron la puesta en escena del famoso vuelo circular sobre el terreno en lo que fue la primera demostración práctica jamás dada en este país de las posibilidades militares del avión en misión de exploración o portando o lanzando bombas.
Celebrado en mayo de 1911, este evento había creado un gran interés. Entre otros Ministros de la Corona que estaban atentos para ver los diferentes eventos estuvieron el Sr. Lloyd George, el Sr. Balfour y el Sr. McKenna y así como los últimos cortos vuelos realizados con el Sr. Grahame-White en su biplano Farman. Para este evento en particular se dibujo en el centro del aeródromo la figura de un acorazado. Subiendo en su Farman, Grahame-White llevaba consigo unas bolsas grandes de harina. Pasando por sobre el acorazado simulado dejó caer a estas sobre el objetivo con un efecto altamente realista, cada una de las bolsas se revientan como una bomba al chocar contra el suelo.
Pero a pesar de que en ese momento las nubes de guerra se empezaban a reunir en el horizonte, era imposible conseguir que nuestros poderes constituidos desarrollaran algo parecido a un programa aéreo vigoroso o uno de construcciones aéreas, y luego cuando realmente nos encontramos comprometidos en la gran guerra de 1914-1918 sólo pudimos reunir cerca de 80 aviones para enviar a Francia en el estallido de las hostilidades e incluso de éstos una proporción considerable no eran de diseño británico, sino francés, Alemania en el estallido de la guerra yo recuerdo, contaba con alrededor de 600 aviones listos para poner en el frente, mientras que nuestros aliados los franceses tenían una flota aérea de entre 500 a 600 aviones.
El coraje de unos pocos
Pero ese puñado de máquinas de los nuestros, y que fueron voladas con una habilidad y coraje increíbles, y tal es que se olvidó a algunos de ellos, que estaban presentes, y mientras que nuestra pequeña y previamente muy necesitada, industria aeronáutica, y que tan pronto las adecuadas subvenciones financieras, comenzaron a fluir en sus venas, esta se amplio de manera que pareció casi mágica.
Para aquellos de nosotros que había observado la aviación desde sus inicios fue fascinante poder estudiar el primer uso de un avión en la guerra real. Fui afortunado debido a la posición en que me encontraba que Lord Norcliffe, me pidiera que lo acompañara como su secretario aeronáutico y consultor en la oficina del The Times. Y aquí teníamos una intima mirada interior de todas las fases de las operaciones aéreas en este conflicto 1914-1918. Sentado con el en su habitación escuchaba y tomaba muchas notas de las fascinantes conversaciones; en aquellos días en que el poder aéreo estaba empezando a revelarse. Diseñadores famosos vinieron a hablar con nosotros, y también grandes pilotos. Uno de los que nos visitó una tarde y se sentó en la sala con una taza de té era un joven delgado, de penetrantes ojos oscuros era WB Rhodes-Moorhouse uno de mis amigos personales, entre otros de nuestro grupo de pilotos de los primeros tiempos.
Fue él quien como segundo teniente en nuestro Royal Flying Corps en la primera fase de la Primera Guerra Mundial, fue el ganador de el honor que hará que su nombre sea recordado siempre. Fue pues por una magnífica hazaña de valentía, la que le costó la vida, y por la que se le concedió a título póstumo, la primera Victoria Cross condecoración nunca antes obtenida por un piloto británico.
Recuerdo muy bien esa trágica y dramática historia. Fue en 1915 cuando los vuelos de la guerra en Francia estaban empezando a desarrollarse a lo largo de algunas líneas bien definidas. Después de la fiera lucha en tierra en la famosa colina 60 al sur del saliente de Ypres, se ordeno al Escuadrón No 2 para que sus aviones bombardearan las comunicaciones ferroviarias del enemigo. El joven Rhodes-Moorhouse llevaba en su avión, un biplano BE 2c una bomba que pesaba 100 libras ( 50 kilos)., Se le dio la orden de atacar un puente al oeste de Courtrai. Después de volar a unos 56 Km de la base de su Escuadrón el aeródromo en Merville, se encontró acercándose a su objetivo. El se acercaba lento y bajo a fin de asegurarse de golpear a su objetivo, fue recibido con un encendido y violento fuego de fusilería y ametralladoras. Pero eso no lo disuadió. descendió mas y mas aun. Se supo después que él redujo hasta tal punto su altitud, de que los artilleros que disparaban contra él desde el campanario de una iglesia de Courtrai, vieron que su máquina pasaba casi al mismo nivel con ellos.
Lluvia de balas
Desafiando una lluvia de balas, Rhodes-Moorhouse esperó hasta que tuvo casi encima de su objetivo, entonces y sólo entonces soltó su bomba, y la vio llegar a su objetivo, luego inicio su ascenso. Pero las balas de los artilleros habían dejado su huella. Además de acertar su avión, varios de ellos lo hicieron en el propio piloto, que muy mal herido a pesar de que era Rhodes-Moorhouse piloteando su máquina y luchando tenazmente se dirigió hacia su base con la idea de ser él quien diese la novedad en el aeródromo, para que así supieran que ha había conseguido llevar a cabo su tarea con éxito. ¿Cómo logro conjurar la fuerza suficiente para pilotar su máquina de nuevo en esos 56 km de Merville? nadie podía decirlo. Parecía más como un milagro que cualquier otra cosa, pero de algún modo u otro su fuerza lo hizo resistir, a pesar de que estaba en un estado de colapso, cuando él fue izado desde la cabina de su máquina. Rápidamente fue trasladado al hospital más cercano, recibió toda la atención que los cirujanos que podían darle .Pero fue en vano, y el primer Victory Cross del aire de Gran Bretaña murió al día siguiente .Pero aunque él mismo se fue, el excelente espíritu que había mostrado no desapareció o murió, el actuó como una inspiración para todos nuestros pilotos de bombardeo que le siguieron, no sólo en la Primera Guerra Mundial, sino también en la Segunda Guerra Mundial.
Un día, cualquiera llego a ver a Lord Northcliffe un joven de cabello oscuro, de apenas veinte años de edad, más bien tímido y de mal educado en sus maneras, era chico hablar suave que hacia sólo un corto tiempo antes de que esto, había dejado la escuela para ir a Hendon aprender a volar, fue verdaderamente el primer piloto de combate que Inglaterra produjo, y al que no se olvidara nunca, él fue el capitán Albert Ball.
Nieuport 17 de Ball
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En sus primeros vuelos, por extraño que parezca, el joven Ball no demostró ninguna aptitud especial. No fue hasta que fue retirado del frente, que se se le entrego un biplano Nieuport para que lo piloteara, con este comenzó a derribar los aviones enemigos, de manera que atrajo rápidamente la atención oficial. Este joven y reservado muchacho de Nottingham era un fenómeno. Nadie sabía muy bien cómo lo hacia, pero tenia un promedio, de un par de aviones alemanes derribados todos los días, antes de morir en 1917 ya había derribado 44 maquinas enemigas.
Los que, como yo, en realmente estudiamos los impresionantes métodos del primer y extraordinario piloto de combate de Gran Bretaña, me llevo a la conclusión del éxito increíble Ball, y que este no deja duda que el fue el merecedor absoluto, de la adjudicación de una VC y esta puede atribuirse a dos factores principales. Una era que él era un tirador excepcionalmente dotado y preciso con pistolas revólver, fusil o ametralladora. Otra de sus cualidades era lo cuidadoso que era en su labor de piloto de combate lo que hizo que se concentrara exclusivamente en su labor, para lo que instalo una tienda de campaña alejada del edificio principal de su aeródromo, y ocupaba todo su tiempo libre cuando no estaba volando, en hacer pequeños ajustes a sus armas y a su avion, y en la creación de nuevas tácticas para confundir a los aviadores enemigos, que volaban alto por encima de las líneas.
Así como recuerdo las tácticas de Ball se las relato a Lord Northcliffe, el tenia el merito de una gran audacia y de la simplicidad, se levantaba muy temprano e iniciaba un largo vuelo, de gran altura, en solitario. Barriendo de aquí para allá, como un águila buscando una presa, acecharía a cualquier maquina enemiga, después elegiría el momento propicio, y picando desde gran altura y a gran velocidad, buscando siempre la posición que lo mantendría en el punto ciego del piloto enemigo, y luego, en una última maniobra, se deslizaba por detrás y por debajo del avión atacado,y a corta distancia, apuntaba y abría un devastador fuego.
Esos fueron grandes días, los días en que nuestros primeros campeones de aire, individuales, vigilantes y buscando en el cielo el combate, libraron sus feroces duelos, muy altos sobre la campiña francesa. Por supuesto, era sólo un preludio de los días, de esos los más importantes por venir en la segunda guerra mundial. Ha pasado mucho tiempo desde aquellos primeros días, pero, mirando hacia atrás desde la actualidad, todavía veo a cuatro grandes hitos de progreso. Uno de ellos era, por supuesto, cuando los hermanos Wright demostraron por primera vez que el hombre podía hacer vuelos con un aparato más pesado que el aire, totalmente controlado, e impulsado por en un motor. La segunda fue cuando Bleriot fue el primer hombre en el mundo en cruzar el Canal Inglés en avión. La tercera fue cuando en el primer meeting del aire del mundo en Reims, Henri Farman voló más de tres horas en forma continua sin descender en su biplano siendo impulsado por el famoso motor rotatorio Gnome, este jugó una función vital en estos primeros años de la aviación . Y el cuarto fue cuando, en la reunión del aire Blackpool de 1909, Latham fue el primero en pilotear un avión en un vendaval de viento, lo que nos muestra de este modo que el avión ya no iba a ser considerado, como lo había sido hasta ahora, como máquina para ser utilizada solo con buen tiempo. Esos cuatro recuentos personifican para mí, el primer gran avance, en los primeros pasos de la evolución temprana del avión. Después de que el resto fue en gran medida una cuestión de desarrollo técnico en los motores para los aviones, y del pilotaje.
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