Después de que el Ejército y el Hashid al Shaabi
limpiaran la mayor parte del territorio iraquí de la presencia de terroristas
de Daesh, los comandantes del Ejército iraquí decidieron tomar medidas para
reconstruirlo. Tras la retirada del Ejército estadounidense de Iraq en 2011,
los iraquíes compraron armas a EEUU para reequipar a su Ejército. También
aceptaron la presencia de asesores estadounidenses. Adquirieron en concreto
tanques Abrams M1A1 y aviones de combate F16Q. El Ejército iraquí recibió 140
tanques Abrams antes de 2014, pero después del inicio de la ofensiva del Daesh
en Iraq en 2014, EEUU se abstuvo de entregar al país árabe los aviones F-16,
así como otros equipos, justo en un momento en el que Iraq los necesitaba
desesperadamente. Los estadounidenses justificaron la no entrega de estos
equipos afirmando que Iraq necesitaba cambiar su política y destituir a Nuri al
Maliki, entonces primer ministro. Sin embargo, después de la renuncia de este
último y la designación de Haider al Abadi para reemplazarlo, la entrega de
estos aviones de combate continuó retrasándose.
En ese momento, el Ejército iraquí tuvo que comprar
otras armas para hacer frente a los terroristas que ocupaban la mitad del
territorio del país. Particularmente, la Fuerza Aérea Iraquí adquirió cazas,
helicópteros y drones de asalto para impedir el avance de los terroristas del
Daesh y tener tiempo suficiente para organizar y reconstruir el Ejército. Como
resultado, los iraquíes compraron equipos militares a diferentes países en
lugar de esperar a la entrega de los estadounidenses. Rusia inicialmente vendió
aviones de combate Su-25 y helicópteros Mi28 y Mi35 al Ejército iraquí. Además,
Bagdad adquirió drones de asalto CH4 a China y aviones de entrenamiento
avanzado T50 Golden Eagle a Corea del Sur. Este equipo jugó un papel importante
en los ataques a los principales reductos del Daesh en áreas remotas, que
anteriormente estaban fuera del alcance del Ejército iraquí. Además de estos
hechos, otros incidentes también aumentaron la desconfianza de los iraquíes con
respecto al apoyo militar de EEUU.
Las fuerzas de la coalición liderada por EEUU se
negaron repetidamente a proporcionar apoyo aéreo a las fuerzas armadas iraquíes
durante las operaciones para liberar las ciudades de Tikrit, Falluya, Ramadi y
Mosul bajo el pretexto de la presencia en estas operaciones de combatientes de
Hashid al Shaabi, una milicia vinculada a Irán. Los aviones de combate de la
coalición también bombardearon posiciones del Ejército iraquí afirmando que
fueron ataques “por error”. Las autoridades iraquíes, que ya no tenían ninguna
confianza en EEUU, decidieron cooperar con Rusia y comprarle armas y equipos
militares. Bagdad adquirió tanques T-90 a Rusia para compensar la destrucción de los
tanques Abrams M1A1 de la 9ª División Blindada. Hasta el momento, 73 tanques
rusos de este tipo han sido entregados a la 35ª Brigada de la 9ª División
Blindada. El Ejército iraquí recibió un nuevo lote de tanques rusos T-90 el
pasado 10 de junio para reemplazar los tanques de Abrams de EEUU. Los iraquíes
también firmaron contratos para la compra de vehículos de transporte de tropas
BMP3 y sistemas de defensa antiaérea rusos Pantsir S-1. Según los informes,
Iraq quiere adquirir sistemas de defensa antiaérea S-400 y pronto se convertirá
en el segundo país en Oriente Medio en disponer de este sistema después de
Turquía. (Source/Photo:
Various Media; EA; Iraquí Army)
La
9° División Acorazada tiene 4 brigadas:
- 34° Brigada Acorazada: M1A1M
- 35° Brigada Mecanizada: T-90 en sustitución de M1A1M
- 36° Brigada Acorazada: M1A1M
- 37° Brigada Acorazada: T-72
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